Préstamos

Mañanas en reducido silencio

pasadas en rutina y parsimonia;

intercambiando con dulce soltura

palabras de amor en lengua prestada. 

Tardes en la barahúnda laboral

creando nimios mundos efímeros

y participando del ajetreo

tan baladí de esta ciudad prestada.

Horas y trenes de ida y regreso

buscando la sociedad de mis libros

y observando curioso la fauna que

cambia y no cambia entre estaciones de tren

y del año; estos días prestados. 

Noches largas afinando el oído

buscando los pentámetros yámbicos

en el laberinto espinoso que es

esta agridulce lengua prestada

que celebren esta vida encontrada.