Apatía
Nos hacemos los locos y desviamos la mirada,
lo aprendemos en la infancia con inocencia
esperamos que al final toda falta sea perdonada
Porque, jóvenes, toda oportunidad nos es dada
para aplazar cada incomodidad de la existencia:
nos hacemos los locos y desviamos la mirada.
Con esmero y luego con derrota, reprobamos cada
reto que cuestiona duramente la conciencia:
esperamos que al final toda falta sea perdonada
Pronto la apatía, tan profundamente arraigada
que el dolor ajeno nos asusta y nos colma la paciencia;
nos hacemos los locos y desviamos la mirada.
Volvemos cada día, exánimes, a nuestra morada
y juramos hacer algo por paliar la reticencia
— esperamos que al final toda falta sea perdonada.
Pero cuando se para el reloj de esta vida fiada,
cuando entramos en la niebla de la senescencia
nos hacemos los locos y desviamos la mirada:
esperamos que al final toda falta sea perdonada.